
Desde 1923 potentes escuadras juegan en las islas
La llegada a Canarias de las innovaciones tácticas se verifica casi al mismo tiempo que el resto del mundo. Las visitas periódicas de clubs y equipos formados por las tripulaciones de barcos son las que introducen en el juego practicado en las islas las distintas variantes en el sistema de juego. Pero los primeros que dejaron importantes enseñanzas fueron los grandes maestros escoceses del Raith Rover y los representantes del fútbol gallego , el Real Vigo. Por todo ello el interés de los aficionados y jugadores por los partidos previstos superó a todos los celebrados anteriormente.
El viaje del Raith Rovers a las Canarias era un premio por su buena campaña. La directiva decidió que los jugadores habían hecho méritos para otra pretemporada veraniega en el extranjero con un aliciente añadido: en lugar de soportar el clima del norte de Europa se iban a poder broncear bajo el sol de las afortunadas islas. Los fornidos deportistas celtas eran un conjunto cuajado de extraordinarios jugadores que habían obtenido la tercera plaza en la liga escocesa, que junto a la inglesa llevaban varias años de competición profesional regular. Rumbo a Las Palmas se embarcaron junto al presidente Mr.Adamson, trece jugadores y otros cuatro miembros del club, el miércoles 28 de junio de 1923, en el puerto londinense de Tilbury. El vapor que los iba a llevar, el Highland Loch , hacía ruta hacia las Canarias, Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires, transportando pasajeros y carne .
Unas desgraciadas circunstancias acaecidas a la expedición en su desplazamiento a Gran Canaria hicieron desilusionar por un tiempo a la ansiosa parroquia futbolera insular. Ocurrió que el barco en que viajaban los «sportman» escoceses, naufragó en las costas de Galicia como consecuencia de un gran temporal. Afortunadamente fueron rescatados por marineros gallegos y trasladados al puerto de Vigo, donde recibieron las primeras ayudas, además de una acogedora estadía para restablecerse de tan malaventurado viaje. La noticia del naufragio apareció en periódicos ingleses y españoles como La Voz de Galicia, El Ideal Gallego, La Vanguardia o El Imparcial. En la prensa canaria también salía días mas tarde.
«La mañana del domingo día uno de julio, a eso de las ocho y media, cuando, sin la menor advertencia, nos dimos duro y rápido con una roca. Muchos de los pasajeros todavía estaban en cama cuando se ordenó que nos pusiéramos los salvavidas. No creo que nadie del equipo con la excepción del portero, que durante la guerra había estado en la marina, haya tenido antes un salvavidas, y algunos tuvieron dificultades para ajustarlos. Todos estábamos en fila mientras se bajaban los botes. Las mujeres y los niños fueron los primeros, y está en el mérito de nuestro grupo el haber prestado toda su ayuda a pasajeros y tripulación y el ser los últimos en abandonar el malogrado barco.»

«Fuera del buque fuimos puestos al cargo de los marineros españoles y algunos desembarcamos en un pequeño pueblo de pescadores llamado Corrobedo, mientras otros fueron directos a Villagarcía. Tras contactar por teléfono con el agente marítimo en Vigo, recibimos instrucciones para viajar en tren desde Villagarcía hasta Redondela, donde nos recibió un representante de la Nelson Line. Caminamos durante media hora en la oscuridad por un traicionero camino de cabras, nos subieron a una lancha a motor y nos llevaron al Highland Loch, que, con la marea alta, había sido reflotado de las rocas y navegó por sus propios medios una distancia de treinta millas.» (Testimonio del Capitán del equipo Bill English)
Una vez puestos en contacto con los organizadores en Las Palmas, se acordó que prosiguieran el viaje a las islas. «Fuimos trasladados al navío de la Royal Mail Darro, y aquí estamos, en nuestro camino a Las Palmas, donde esperamos llegar el viernes. ¿Qué efecto tendrá en los muchachos las experiencias que hemos tenido en estos tres últimos días? Es difícil saberlo, pero todos parecen decididos a dar una buena imagen.(Diario Dundee Courier el 10 de julio de 1923)
El desdichado suceso, sirvió para agrandar todavía mas la expectación suscitada desde que se conoció la noticia. El conjunto del Real Vigo, que ostentaba el título de Campeón de Galicia y contaba en sus filas con jugadores de gran renombre, se encontraba en Las Palmas desde finales de Junio y los organizadores propusieron que se enfrentaran al Raith Rover antes de hacerlo a los cuadros locales.
FÚTBOL CELTA EN el Campo España
Los escoceses llegaron a tiempo para no alterar sus planes de pretemporada. El Raith Rovers en su partido inaugural se enfrentó al Real Vigo, conjunto que había arribado a la isla el 20 de junio a bordo de otro buque de la Nelson Line: el Highland Rover.
Así comenzó esta visita de los «teams» con un gran encuentro en el Campo España entre los gallegos y los escoceses que terminó con empate a uno, saliendo entusiasmados los aficionados por el brillante juego presenciado.
En el segundo «match» vencieron los británicos por 1-3, con dos goles de Tom Jennings , uno de penalty, y otro de Alex James . La prensa local alabó el alto nivel del encuentro, celebrado el 8 de julio en Las Palmas, y no escatimó elogios hacia el elenco extranjero, resaltando la cohesión y técnica de su delantera, los soberbios centros de sus extremos, la línea infranqueable del medio del campo y las manos de hierro de su cancerbero. Sin embargo, la prensa británica como el Fife Free Press o el semanario de Kirkcaldy, subrayó la rudeza del conjunto vigués, la hostilidad del público y la carencia de césped del terreno de juego.

El 12 de julio se vivió otro duelo Real Vigo-Raith Rovers. Ganaron de nuevo los británicos1- 0 con gol de Jennings en la que fue una de las últimas actuaciones del conjunto gallego como Real Vigo, pues que en menos de un mes, el 10 de agosto de 1923, se fusionaría con otro equipo de su ciudad, el Real Fortuna, para fundar un club nuevo. Su nombre, Real Club Celta de Vigo.
A partir de este momento ambos conjuntos se iban a enfrentar a los equipos de primera categoría locales. El primero en hacerlo fue el Gran Canaria contra el Real Vigo. El equipo titular canarista afrontó este encuentro con baja moral, por lo que fueron dominados ampliamente por los gallegos, aunque la valía del fútbol canario quedó demostrada al obtener estos un resultado de 1-2. El siguiente «team» local que intervino fue el Real Victoria. Los albinegros del Puerto se presentaron con un novel portero, perteneciente al Porteño, Alejandro, que por su desdichada actuación, mas que por el juego de los gallegos, fue la causa de la estrepitosa derrota por 1-5. El Marino, el cuadro en mejor forma en aquellas fechas, fue el tercer contrincante de los vigueses .
MARINO1 REAL VIGO 2
Hubo llenazo en el Campo España, pues la afición esperaba que los canarios obtuvieran en esta ocasión la victoria. Presentaron los equipos a los siguientes hombres:
Marino F.C.: Fco Ramos (el Bufo) portero; Matias Santana y Rafael González en la línea de «backs» (defensas); Pedro Curbelo, Alaminos(pechito de oro) y Antonio Rojas como tripleta medular; con Paco Curbelo, Pepe Pérez, Eliseo Ojeda, Miguel Gil y Andrés Pérez en la delantera.
Real Vigo : Isidro; Otero, Caito; Queralt, Máximo, Hermida; Casals, Ramón González, Chiarroni, Nolasco y Pinilla.
Árbitro Sr Gonzalez. Comenzó el partido a gran ritmo con una competida lucha por ambos bandos. Marcaron los visitantes para al poco tiempo conseguir el empate los marinistas. Se mantuvo la igualdad durante casi todo el choque, y este debió ser el resultado, pues el segundo gol gallego, solo fue legal para el árbitro Sr Gonzalez quien no vio la posición de «off.side» del jugador Pinilla. En el segundo tiempo bajó el tremendo ritmo impuesto por ambos contendientes, debido principalmente al agotamiento de los «sportmen«, y aunque el Marino puso afán en conseguir el triunfo, éste no llegó, manteniéndose el 2-1 con que terminó el primer tiempo. or todo ello el interés de los aficionados y jugadores por los partidos previstos superó a todos los celebrados anteriormente.
El Marino solicitó la revancha, pero no fue aceptada por el Real Vigo, excusando su siguiente partido con el Sta Catalina y su inmediata partida a Tenerife donde disputaría otra serie de encuentros. La última intervención de los gallegos en Las Palmas, fue contra el Santa Catalina, a quien vencieron holgadamente por 4-0.
Actuación de los escoceses ante los cuadros canarios

Las distintas actuaciones de estos profesionales se convirtieron en victorias y en una exhibición que sirvió como gran enseñanza a los jugadores y afición canaria. En el equipo escocés destacaban todos sus componentes, haciendo mención especial las crónicas del «back» English, del medio derecha Collier, al que cariñosamente se bautizó como «el abuelo«, el centro delantero Jennings y un notable jugador que no llegaba a 17 años, James1, llamado cariñosamente «el niño» por los aficionados locales y que pronto llegaría a ser un destacado jugador en las Islas Británicas.
El Raith Rover jugó su primer partido frente al Porteño, a quien goleó por 4-0 con dos tantos de Hilley, uno de Morris y otro de James. Igualmente golearon al Gran Canaria por 5-1. Mas igualado estuvo el «match» contra el Victoria, que tambien ganaron por 0-2, ambos de Jennings
«Pocos resultarían los elogios que sobre este notable conjunto hiciéramos,a juzgar por la excelente impresión que su maravillosa técnica de juego causó en nuestro ánimo. Basta decir que , no en vano son los ingleses los creadores y maestros de este deporte, y en su juego puede encontrarse toda la gama de secretos y actividades, desde las jugadas mas sobrias e insignificantes, pasando por trucos, colocación , rapidez, regates, pases, cohesión, etc, hasta llegar a las jugadas mas complicadas, geniales y afiligranadas.»( Elíseo Ojeda. Génesis y desarrollo del Fútbol en Gran Canaria.1930)

El último partido era contra el Marino y volvió a ser el gran espectáculo futbolístico que venía disfrutando el público insular. Fue un encuentro en el que hubo preciosas jugadas por ambos bandos. Salió el Marino cauteloso ante la mayor envergadura de sus rivales, quienes llevaron el juego por alto aprovechándose de la escasa estatura de los locales, obteniendo dos goles de ventaja. En el segundo tiempo, los canarios se volcaron sobre sus contrarios, obteniendo un gol que animó el partido hasta el final por la cantidad de oportunidades que dispusieron los canarios de igualar el choque. El marcador reflejó un 1-2 marcados por Cowie y Hilley. Final de su gira con seis partidos jugados y Seis victorias.
El entrenador británico hizo grandes elogios de los «sportmen» marinistas
Después del partido el entrenador británico James Logan, dijo sobre los»sportmen» marinistas que «todavía tenían mucho que aprender pero habían dado una buena imagen » mientras pensaba que : «uno de sus puntos flacos la botas, del más delgado material, blando como un guante: no podían golpear el balón con la misma fuerza que el Rovers«.
Ha sido el partido mas limpio y mejor que hemos jugado en Canarias. Sigan ustedes entrenando y en un año o dos pueden jugar con los mejores «teams» de Inglaterra.
Triunfantes, el 29 de julio abandonaron el archipiélago canario para volver a casa. Lo hicieron en otro navío de la Nelson Line: el Highland Pride. Esta vez no hubo percances. Esta gira triunfal por la isla de Gran Canaria es recordada entre los seguidores del Raith Rovers como una de sus más grandes gestas.
NOTAS
1: El joven Alex James, quien había debutado en la campaña 1922-1923 y permanecería con el Rovers otras dos más. En 1925 fue fichado por el Preston North End, de la segunda división inglesa, que pagó por él 2.000 libras. Sus 55 goles en 157 partidos con este conjunto llamaron la atención del poderoso Arsenal, que contrató sus servicios. Fue en este club donde se convirtió en una figura, ganando cuatro ligas y dos FA Cup en ocho años. Hoy, la web oficial de los gunners lo incluye entre los mejores 50 jugadores de su historia. (Alex James: Life of a Football Legend, de John Harding)
Documentación:
Génesis y desarrollo del Fútbol en Gran Canaria. Eliseo Ojeda.1930
Cien Años de Fútbol canario. Volumen 1(1890-1925).Javier Domínguez García. 2008